Educación para la salud

¿Qué tengo Hashi qué?

En este momento deja todo lo que estás haciendo y piensa, ¿cuándo fue la última vez que visitaste a tu médico? ¿cuándo te realizaste exámenes médicos preventivos? ¿quién es tu médico primario? Es momento de escuchar tu cuerpo y sacar el tiempo para atenderte.  

El tema de hoy va dirigido a educarnos para la salud y el bienestar integral. Muchas veces respondemos al llamado para ayudar y atender a otros, y nos dejamos al final de la lista de prioridades. Pero, si no estamos bien y en salud no podemos ayudar a nadie. Es momento de ser nuestra prioridad #1. Lo demás será atendido si nosotros nos atendemos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la educación para la salud es definida como la combinación de experiencias de aprendizaje diseñadas para ayudar a los individuos y comunidades a mejorar su salud, debido al aumento de conocimiento o modificación de actitudes. 

Ahora que se avecina un nuevo año y  una nueva década es el momento perfecto para atendernos con profesionales médicos y es el mejor regalo de vida. Tal vez no sientas ningún problema, ¡fabuloso! pero al menos una vez al año debes hacer tu visita rutinaria con un generalista, internista u otro especialista que pueda examinarte y referirte a realizar estudios y laboratorios para corroborar que todo esté bien. Luego los analizará y discutirá contigo. Si todo está bien te atenderá en un año o cuando estime apropiado, pero el otro escenario puede ser verte antes y realizar otras pruebas. No hay que tener miedo. Lo importante es buscar ayuda de los profesionales, educarse sobre el tema y adoptar las recomendaciones.

La semana pasada fui diagnosticada con Hashimoto's disease. El nombre suena impresionante y espantoso, pero es una condición en el que mi sistema inmune ataca mi tiroides. En otras palabras, un batallón atacando y combatiendo mi tiroides como si fuera enemigo de mi cuerpo. La glándula tiroides forma parte del sistema endocrino, responsable de producir hormonas que coordinan muchas de las funciones del cuerpo. Usualmente quien padece esta condición tiene hipotiroidismo, pero en este momento no es mi caso. Debo seguir una dieta sin gluten, tomar vitaminas específicas y monitorear mis laboratorios regularmente sin fallas a mis citas con el especialista que es un endocrinólogo.

Aunque en la literatura médica no se conoce porque el sistema autoinmune ataca la glándula, sí reconoce que puede existir alguna predisposición genética en quien lo padece, así como virus o bacterias que lo desencadenan. Según los factores de riesgo pude ver que algunos me aplican pues ser mujer, estar en mediana edad y factor hereditario contribuyen al riesgo de padecerlo. 

Recuerdo antes del diagnóstico esperar en la sala del médico con angustia pues había realizado un autodiagnóstico gracias a Dr. Google, junto a los laboratorios y sonograma de la tiroides. Pensaba en lo peor, había preparado una película en mi mente. Pensé en biopsias, medicamentos de por vida, entre muchas otras cosas. Sin embargo, la paz de mi médico y la orientación ofrecida me sirvieron de mucha ayuda. También, busqué información en fuentes primarias a través del Internet, datos de alimentos adecuados y cambios en el estilo de vida.

De esto aprendí mucho y me falta mucho más por aprender. Les exhorto a que escuchen a los profesionales de la salud, no falten a sus citas y siempre piensen que, si no sacamos el tiempo para nosotros, ¿quién lo hará? Así que no hay mal que por bien no venga, mi salud es primero. 

Aquí se despide una aprendiz para toda la vida.

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Organización Mundial de la Salud https://www.who.int/topics/health_education/en/

Clínica Mayo  https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hashimotos-disease/symptoms-causes/syc-20351855

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