Apoyo en momentos de crisis
Empezamos enero con mucha ilusión, metas identificadas y sueños por cumplir. Sin embargo, este primer mes del año nos ha sacado a todos de la rutina por los eventos que han ocurrido relacionados a temblores, destrucción en hogares, fragilidad del sistema eléctrico, deficiencia en la respuesta a emergencias por parte del gobierno, y así podríamos seguir mencionando muchas otras.
Cada uno de nosotros es responsable de velar por nuestros niños y ancianos, así también por echar adelante la comunidad. El gobierno debe rendir cuentas de sus acciones. Ya hemos pasado por eventos intensos que debieron servir para aprender y corregir. Les deseo mucha paz, calma y tranquilidad hoy y siempre.
Aquí se despide una aprendiz para toda la vida.
La crisis puede ser definida, vista y asimilada de diferentes formas según cada individuo. Pero, sin duda el elemento en común que tiene es el efecto del cambio. Los seres humanos tenemos la capacidad de crecer, desarrollarnos y transformarnos. Debemos ver las situaciones que nos ocurren en el plano personal, familiar y colectivo como oportunidades para trascender y aprender. No mal interpreten mis palabras y piensen que pretendo que seamos sumisos y dóciles-NO-claro que sentimos coraje, frustración, ira e impotencia. Pero de esto se trata, de tener la capacidad de autorregularnos, lograr dirigir nuestras emociones y conductas hacia la correcta según nos adaptemos al cambio y manejemos la crisis.
Miremos nuestro entorno, nuestro núcleo familiar, el plan para manejar emergencias y ante cada evento evaluemos que podemos mejorar. Pertenezco a una generación que vivió acostumbrada a ver la temporada de huracanes como una "normal" dentro de mi terruño caribeño. Mientras que eventos de temblores o terremotos no estaban en mi panorama hasta estos últimos meses. Comparto información que provee la Cruz Roja Americana (Puerto Rico) para la elaboración de un plan de emergencias, así también un enlace con números teléfonicos de contacto para atenderlas.
Cada uno de nosotros es responsable de velar por nuestros niños y ancianos, así también por echar adelante la comunidad. El gobierno debe rendir cuentas de sus acciones. Ya hemos pasado por eventos intensos que debieron servir para aprender y corregir. Les deseo mucha paz, calma y tranquilidad hoy y siempre.
Aquí se despide una aprendiz para toda la vida.
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