Andragogía
En 1968 Malcolm Knowles popularizó el término de andragogía entre la comunidad educativa. Existió la necesidad de conocer cómo desarrollar conocimiento en los adultos y emerge la andragogía como una teoría. Comenzaron a establecer la separación entre los principios educativos para los niños y los principios educativos para el estudiante adulto.
Los seis postulados que se desprenden del modelo andragógico describen al aprendiz adulto de la siguiente manera (Knowles, 1990):
1. La necesidad de saber. Los adultos necesitan saber por qué están aprendiendo algo nuevo. Es responsabilidad del facilitador alertar al aprendiz de la importancia del nuevo conocimiento y que sea significativo para la aplicación en su vida diaria.
2. El autoconcepto del aprendiz. Una de las características del adulto es que debe ser responsable de sus propias acciones y decisiones. Su interés es guiar su propio aprendizaje y no depender de una dirección o subordinación como ocurre con la educación tradicional con los niños.
3. El rol de la experiencia del alumno. El estudiante adulto se inserta en el escenario educativo con unas experiencias de vida que no han sido experimentadas por niños ni adolescentes. Precisamente esas experiencias enriquecen el significado de lo que aprende.
4. Preparación para aprender. Con el fin de hacer frente a las situaciones del día a día los estudiantes adultos están listos para aprender lo que sea necesario.
5. Orientación al aprendizaje. El aprendizaje de los niños y jóvenes está centrado en la materia, mientras que en el adulto el aprendizaje está centrado en la vida, tareas y solución de problemas.
Henschke, J. (2011). Considerations Regarding the future of Andragogy. Adult Learning
(22)34-37. Recuperado de
http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/104515951102200109
Malcolm Knowles (Caruth, 2014) introduce el concepto de andragogía como la ciencia de enseñar a adultos a aprender teniendo como foco las características particulares de estos. Este concepto también es definido por Henschke (2011) como el arte y ciencia de ayudar a los adultos a aprender. Mientras, Taylor (2009) manifiesta que es una teoría de aprendizaje del adulto sustentada en fundamentos científicos por las actividades que se desarrollan entre el aprendiz y el educador. Siendo el maestro un facilitador de aprendizaje y no visto como alguien que, exclusivamente, transmite información. Su misión en este proceso educativo es ayudar al estudiante a alcanzar sus metas.
En su obra, Knowles (1990) define el concepto adulto desde cuatro variantes: biológico, legal, social y psicológico. La variante biológica se establece cuando el individuo llega a una edad en la que puede reproducirse. La variante legal es cuando el individuo alcanza una edad en la que la ley le permite votar, obtener licencia de conducir, poder casarse, entre otras responsabilidades que logra al alcanzar la mayoría de edad. Define al adulto desde el aspecto social cuando este puede alcanzar roles sociales como trabajador, esposo, padre y votante. La última variante que establece del adulto es de índole psicológica y se refiere cuando el individuo tiene la capacidad de ser responsable por su propia vida, de ser autodirigido. Establece estas definiciones para dar paso al modelo de la teoría de la educación de adultos.
1. La necesidad de saber. Los adultos necesitan saber por qué están aprendiendo algo nuevo. Es responsabilidad del facilitador alertar al aprendiz de la importancia del nuevo conocimiento y que sea significativo para la aplicación en su vida diaria.
2. El autoconcepto del aprendiz. Una de las características del adulto es que debe ser responsable de sus propias acciones y decisiones. Su interés es guiar su propio aprendizaje y no depender de una dirección o subordinación como ocurre con la educación tradicional con los niños.
3. El rol de la experiencia del alumno. El estudiante adulto se inserta en el escenario educativo con unas experiencias de vida que no han sido experimentadas por niños ni adolescentes. Precisamente esas experiencias enriquecen el significado de lo que aprende.
4. Preparación para aprender. Con el fin de hacer frente a las situaciones del día a día los estudiantes adultos están listos para aprender lo que sea necesario.
5. Orientación al aprendizaje. El aprendizaje de los niños y jóvenes está centrado en la materia, mientras que en el adulto el aprendizaje está centrado en la vida, tareas y solución de problemas.
6. Motivación. El estímulo más poderoso que tiene el estudiante adulto con su aprendizaje es el de las presiones internas: autoestima, logros profesionales y calidad de vida.
El estudiante adulto debe tener como objetivo, no solo dirigir su propio aprendizaje, sino ser capaz de que la reflexión produzca cambio en el carácter individual, pero también, en el colectivo, trascendiendo así la comunidad y a su vez, su país que, según Freire (1970), será la utopía de un mejor pueblo. Podemos ser capaces de transformar las generaciones que se forman actualmente no imponiendo conocimiento, sino provocando el diálogo, cultivar los saberes y el razonamiento, para así preparar ciudadanos educados y con cultura.
Aquí se despide una aprendiz adulta para toda la vida.
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El estudiante adulto debe tener como objetivo, no solo dirigir su propio aprendizaje, sino ser capaz de que la reflexión produzca cambio en el carácter individual, pero también, en el colectivo, trascendiendo así la comunidad y a su vez, su país que, según Freire (1970), será la utopía de un mejor pueblo. Podemos ser capaces de transformar las generaciones que se forman actualmente no imponiendo conocimiento, sino provocando el diálogo, cultivar los saberes y el razonamiento, para así preparar ciudadanos educados y con cultura.
Aquí se despide una aprendiz adulta para toda la vida.
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Caruth, G. (2014). Meeting the needs of older students in higher education. Participatory
Educational Research (1) 2, 21-35.
Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Madrid, España: Siglo Veintiuno Argentina Editores.
Educational Research (1) 2, 21-35.
Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Madrid, España: Siglo Veintiuno Argentina Editores.
Henschke, J. (2011). Considerations Regarding the future of Andragogy. Adult Learning
(22)34-37. Recuperado de
http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/104515951102200109
Knowles, M. (1990). The adult learner: a neglected species. (4th edition). Houston,
Texas: Gulf Publishing Company.
Taylor, B. (2009). Andragogy’s Transition into the future: Meta-Analysis of Andragogy
and its search for a measurable instrument. Journal of Education (38) 1-11
Texas: Gulf Publishing Company.
Taylor, B. (2009). Andragogy’s Transition into the future: Meta-Analysis of Andragogy
and its search for a measurable instrument. Journal of Education (38) 1-11
¡Excelente! Buena recopilación.
ResponderBorrarMuchas gracias por escribir, me alegra saber que le agradó. Espero que se mantenga conectada para la próxima publicación.
BorrarLa parte del rol y la motivacion son sumamente interesantes, es otra dinamica con la que viene ese adulto y sobretodo que valora mas el proceso educativo, interesante.
ResponderBorrarMuchas gracias por escribir. Pronto compartiré las características del estudiante adulto. Sin duda el elemento de la motivación es muy valorado con esta población. Espero se mantenga conectado para la próxima publicación.
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